lunes, 2 de julio de 2012


BREVE HISTORIA DE LA MINIATURA

·         Materiales y técnicas de la miniatura

La miniatura es la labor de miniar, es decir, colorear con minium, un óxido de plomo de color rojo, que era el componente fundamental usado en los códices manuscritos.  Las primeras ilustraciones de manuscritos las encontramos en el Antiguo Egipto, en El Libro de los Muertos. Aunque su época de despegue se dio en la Edad Media, cuando surgió como el arte de ilustrar los libros, se realizaban en los monasterios para recopilar todo el saber de la cultura tardoromana.

El soporte que se empleaba era el pergamino, que se sacaba de la piel de una res u otro animal joven; o bien la vitela, piel de animal nonato. La piel se metía en agua con cal para quitar los pelos, se secaba y se pulía, para más tarde blanquearla con cal.

El peletero entregaba la piel sin pelos y pulida a los frailes, los cuales se encargaban de blanquearlo y acto seguido se realizaba un boceto del diseño. Los contornos y la escritura se hacía con negro, que se conseguía con: carbón, humo o las agallas del roble; los dos primeros materiales son bastante inestables. Las agallas del roble, son unas protuberancias de forma cónica de color verde, que se forman de los restos de los huevos de las avispas. Se extraen con cuidado y se deja que la lluvia las lave, luego se sumergen en vinagre o vino, después en caparrosa (sulfato de hierro) y al final en goma arábiga para espesarle. Después de todo este proceso queda una sustancia anaranjada, que al dejarla reposar, se vuelve negra. Para el rojo se emplea el óxido de mercurio. Todos los colores se obtienen de pigmentos naturales.

Los colores se pueden trabajar de dos maneras:

-          tendido- que es realizar la pincelada seguida

-          no tendido- que es por medio de rayas o puntos

·         De la miniatura medieval a la moderna

La miniatura medieval fue muy importante, pero estuvo limitada a los letrados, en una sociedad donde la mayoría de la población no sabía leer, encontraremos estos textos en los monasterios. La información que recopilen los frailes formará unos libros: los códices. A medida que la gente vaya adquiriendo más cultura, la miniatura perderá frente al texto (siglo XV) Durante el siglo XV se realizan las habitadas, se trata de personas o animales que se adaptan a las letras, se emplean puntos para colorearlos.

La miniatura moderna se debe a Enrique VIII. Al romper con Roma, nombrándose jefe de la iglesia Anglicana, tomó una de las costumbres que tenían los papas, que era la de enviar un retrato de su persona a las cortes europeas. El soberano, lo que hizo fue enviar su retrato pero de pequeño tamaño, hizo llamar a los miniaturistas de tradición medieval para que efectuaran un retrato suyo totalmente enjoyado, el elegido fue el flamenco: Lucas Hornebolte, que se convirtió en el primer pintor miniaturista de la Edad Moderna. Emplea colores tendidos, con veladuras; una vez finalizado, lo mete en dos cristales que sella con oro.

·  La miniatura inglesa: desde los Tudor hasta la época Georgiana

La miniatura Tudor la fechamos en la primera mitad del siglo XVI. Continúa con el formato circular, con fondo azul lapislázuli y los retratos con negros, blancos y ocres; es decir, colores apagados. Se protege con un cristal y se sella con líquido de oro. La carne del retrato carece de color, se trata del color del pergamino.

Holbein, el Joven relevará a su maestro, Hornebolte en la Corte inglesa, variará la técnica, usando pinceladas no tendidas y veladuras. Con las rayas y los puntos, los retratos adquieren volumen, aunque se siguen empleando los colores apagados. También es flamenco, lo que aportará detallismo a sus obras. Estos retratos se pueden convertir en joyas, los dijes, o incrustarse en cajitas. Ya no sólo se harán retratos los miembros de la familia real, también los miembros de la Corte se los realizarán. Como costumbre se pondrán en línea horizontal el año en el que se ha efectuado el retrato, con oro líquido.

En la segunda mitad del siglo XVI, durante el reinado de Isabel I, destacará Nicholas Hilliard, pintor miniaturista, que se educa con una familia de orfebres londinense. Sus comienzos son como pintor en la corte de María Tudor y durante el reinado de Isabel I será cuando desarrolle su faceta como miniaturista. Hereda el detallismo de Holbein, aplicado a la joyería. Las letras se colocarán alrededor de la imagen, que seguirá siendo circular, la letra que emplea es la típica de caligrafía inglesa. Llevará una vida tortuosa, pues es uno de los muchos amantes de la reina, en un momento de su vida, viaja a Francia, donde conoce a su mujer: Alice Brandon. El retrato que le haga para los esponsales comenzará a tender hacia el óvalo. Otra novedad que aporta son los fondos con cortinajes, al estilo de la pintura veneciana.

También realizó miniatura de caballete, que era algo mayor, midiendo unos 25 centímetros de alto y rectangular. Es el creador de la miniatura de torneo. Todos los años, durante el cumpleaños de la reina, se celebran justas medievales, el vencedor tenía el honor de ser el acompañante de Isabel durante la cena, además de regalarle una miniatura con su retrato. Como el trabajo era para entregarlo tras la cena, lo que se hacía era un prototipo al que en última instancia se le pintaba la cara del ganador.

Una variación fue la miniatura de gabinete, de finales del siglo XVI, en esa época está de moda lo melancólico, el simbolismo, lo triste, lo oscuro… Poseían un lenguaje oculto que sólo conocían los más afines al grupo.

En la segunda mitad del XVI y comienzos del XVII surge la figura de Isaac Oliver, un francés que se cambió el nombre para parecer inglés, pero que firmaba como el francés. Hizo miniaturas de torneo y de gabinete. En Italia conoce a Giulio Clovio, que le enseña la técnica de Atom, o de puntos, gracias a la cual se dulcifican los rostros y se destacan los volúmenes. Cuando vuelve a Inglaterra continuará practicándola. También efectúa retratos psicológicos.

·         Miniatura Estuardo (1703-20)

Su hijo Peter Oliver, durante el siglo XVII, continuará con la miniatura de gabinete; ya que al morir Isabel I, se suprimen los torneos, y con ellos las miniaturas de torneo. La miniatura de gabinete perderá su carácter simbólico y se escogerán temas religiosos o se imitarán cuadros famosos. El formato sigue siendo oval, en el fondo se introducirán los cielos con nubes de tormenta, mitad nubes y mitad azul y a finales de siglo, fondo marrón. Se amplían los retratos hasta la cintura, debido a las pelucas masculinas.

Otros miniaturistas famosos serán: Hoskins, que realizará retratos muy realistas; Flatman, pintor realista, pero las cabezas de sus retratados son grandes en comparación con el cuerpo y Gibson de la segunda mitad del XVII, con él comienzan los fondos marrones.

·         La miniatura sobre marfil : Rosalba Carriera

Esta mujer veneciana llevó a cabo muchos oficios artísticos, fue la primera mujer en entrar en la Real Academia de Bellas Artes de Paris. Su especialidad era la pintura sobre marfil, empleando colores al temple. Se cogía una chapa de marfil que se blanqueaba por medio de calor, se desengrasa con piel de animal y se ralla con piedra pómez para que absorba los colores.

En Inglaterra, será Jeremias Meyer el primero en hacer miniatura en marfil. Cuando dominen esta técnica, volverán a emplear el pergamino.

·         La miniatura francesa: Isabey

Jean-Baptiste Isabel entró con diecinueve años en el taller del pintor de miniaturas de Mª Antonieta, Dumont. Fue empleado en Versalles para pintar retratos de los duques de Angoulême y Berry, la reina le encargó un trabajo, que fue el comienzo de una larga lista de pinturas que realizó para los distintos gobernantes de Francia hasta su muerte en 1855.

Fue apadrinado por Josephine y Napoleón Bonaparte, se ocupó de organizar las ceremonias para su coronación y preparó dibujos para la publicación planeada para su conmemoración oficial, un trabajo que le fue pagado por Luis XVIII, cuyo retrato realizó en 1814. Aunque Isabey reconoció a Napoleón a su regreso de Elba, continuó disfrutando de los favores de la Restauración, y tomó parte de la organización de la ceremonia de coronación de Carlos X.

Destacó como retratista, trabajó la acuarela sobre marfil, pergamino y cartón, por lo general en miniaturas de gabinete que enmarcadas eran colocadas en salones privados. Isabey fue discípulo de Jacques L. David, pintor neoclásico activo en el período revolucionario y luego pintor oficial de la época napoleónica. Cautivó a la burguesía francesa que disfrutaba ver su fisonomía bien lograda, acentuados los mejores rasgos y disimulados los menos favorables. En 1812 retrató a la reina Hortensia de Holanda, hija del primer matrimonio de Josefina Beauharnais, casada con Luis Napoleón Bonaparte.

·         La miniatura en España

Destaca la producción realizada en el Reino de Valencia, a la cabeza está el pintor Pere Crosells, discípulos de Joseph Vives: Su retrato más destacado es el que le hizo al Archiduque Carlos de Austria (1708), de forma ovalada, que se conserva en el Museo de Historia de Barcelona.
 

En el XVIII, deja de ser un arte exclusivo de la nobleza al aparecer la burguesía, que también encargará sus miniaturas. Así pues, la nobleza deja de emplearla. Además en 1850, aparece la fotografía, por lo que termina por desaparecer, los miniaturistas que quedan se dedican a colorear estas fotografías.

por Vanessa Montesinos Muñoz.

Licenciada de Hª del Arte


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